Audio Marqués de Valdecilla

... os dejamos el audio sobre el Marqués de Valdecilla que citamos cuando hablamos de la Avenida de nuestra ciudad que lleva su nombre. Esperamos os sirva para entender el origen de este nombre...

Autor: Jorge

Calle del Medio

Su origen estaba directamente relacionado, al igual que su paralela Arrabal, con la actividad marinera y pesquera, de hecho, pertenecía al barrio denominado antiguamente ‘de la Mar’, formado por las calles Arrabal, Medio, Red Chica, Puntida y Arcillero. Hacia mediados del siglo XIX, se asentaron en la calle del Medio los mareantes emigrados de Abajo y de San Martín, con sus pintorescas costumbres. Los primeros datos con que se cuenta de ella, hacia el año 1758, hacen referencia a la existencia de una calle denominada de ‘Enmedio’, y continuó llamándose así hasta 1814, fecha en la que figura ya oficialmente como calle del Medio. Hasta 1833 no se abrió la comunicación con la calle del Martillo (Marcelino Sanz de Sautuola), configurándola ya en toda su longitud, según cuenta José Simón Cabarga en su libro ‘Santander en la historia de sus calles’. Este mismo autor recoge en su obra que, en 1872, se estableció en la calle del Medio la suelta de carros. En 1875, los vecinos se quejaban de esa nueva actividad y de la costumbre de depositar la pesca en el arroyo y en las aceras. Situada en la zona del ensanche del siglo XIX, su diseño se ha caracterizado por la existencia de una calzada estrecha con aceras de pequeñas dimensiones entre las que circulaba un considerable flujo de vehículos, hasta que se acometió la reforma que la peatonalizó, pero sólo en parte. En 1862 se acordó abrir una calle desde Arrabal a El Medio, dándosele el título de La Marina.

Autora: Lara

Segundo recorrido...

Estaba pendiente nuestro segundo recorrido por las calles de Santander con las fotografías de Álvaro....

 

 

Autores: Jorge y Lara

Calle Magallanes

Los orígenes de la calle Magallanes se remontan al año 1866, apareciendo por primera vez en un nomenclátor oficial dos años más tarde, en 1868. En principio, la calle solamente hacía escuadra con Gravina y su prolongación hacia Numancia no fue posible hasta 1869, fecha en que se autorizaron las obras de ampliación después numerosas expropiaciones de fincas, con bellos arbolados y jardines, situadas principalmente en su margen derecha, que poco a poco fueron desapareciendo según narra José Simón Cabarga en su libro ‘Santander en la historia de sus calles’. En la actualidad la calle Magallanes se extiende desde la calle Gravina hasta la Plaza de Numancia, de forma paralela a las calles de Cisneros y San Luís, con un trazado prácticamente llano y cortando de forma perpendicular las de Florida, Isabel La Catolica y Peñas Redondas, contando con un gran número de edificaciones modernas que la confiere un marcado carácter residencial.

La calle Magallanes recuerda la figura del famoso marino portugués y cuyo lugar de nacimiento se ignora (¿1480? – 1521). Su verdadero nombre era Fernao de Magalhaes que se castellanizó como Fernando de Magallanes. El afán de hallar un camino para llegar a las islas de las Especias inspiró a Magallanes un proyecto que, rechazado por el reyManuel de Portugal fue acogido favorablemente por Carlos I.Magallanes salió del puerto de Sanlucar el 20 de septiembre de 1519 y navegando por las costas de Brasil llego a Patagonia donde descubrió el estrecho situado entre la Tierra del Fuego y la extremidad meridional de América.

Autor: Jorge

Significado del escudo de Santander

El actual escudo de Santander representa la reconquista de Sevilla por parte de marineros cántabros al mando del almirante Ramón de Bonifaz y Camargo en el año 1248 durante el reinado del Rey Fernando III de Castilla. En el figuran la Torre del Oro sevillana, y la nave en la que Ramón de Bonifaz y sus hombres rompieron las cadenas que unían Sevilla con Triana, el 3 de mayo de 1248.

También se pueden apreciar los rostros de los patronos de Santander, San Emeterio y San Celedonio, decapitados en Calahorra durante la persecución de Diocleciano o en la de Valeriano, tras ser encarcelados y puestos ante la disyuntiva de renunciar a su fe o abandonar la profesión militar. Según la leyenda, sus cabezas fueron transportadas desde el Ebro en una barca de piedra para proteger las reliquias del avance musulmán, y finalmente atravesaron la isla de la Horadada, en la Bahía de Santander.

Calle Lealtad

La calle Lealtad puede considerarse como una de las más antiguas de Santander, ya que en el siglo XVII figuraba, aunque no en toda su longitud, en el croquis del canónigo Zuyer como transversal entre San Francisco y Atarazanas. Su prolongación hacia el norte se realizó mucho más tarde para enlazar con la Bajada de los Remedios.  No es hasta 1845 cuando adquiere el título de Lealtad, que le dio el arquitecto Chávarri, quien fue indicando con el respaldo municipal, nombres simbólicos o evocadores de la historia local o nacional, como Magallanes, Gravina, Cisneros o Isabel la Católica. Se le dio el nombre de Lealtad a esta calle en homenaje al título alcanzado por la villa al permanecer fiel a la corona cuando la agresión de las huestes mendocianas, a mediados del siglo XV, según cuenta J. Simón Cabarga en su libro ‘Santander en la historia de sus calles’. Desde sus orígenes se consideraba a esta vía como una de las calles que por su céntrica situación sería llamada a ser una de las más importantes arterias de la ciudad. Sin embargo mantuvo su traza primitiva hasta 1888 en que comenzó lentamente su ensanche.

Autor: Jaime y Lara

¿Quién acertó?

En el comentario de la entrada de nuestro juego nuestro compañero José Antonio nos decía que la imagen era la isla de Mouro con el faro y tomada desde la península de la Magdalena. ¡Acertó! ... y se trata de una vista que os recomendamos...

El Casino de Santander

En esta foto de nuestro compañero Álvaro puedes ver uno de los edificios más bonitos de nuestra ciudad, El Casino. Fue inaugurado en 1916 y se encuentra en una de las zonas más bonitas, El Sardinero. Hoy además de contar con salas de juego es un restaurante de gran éxito. En el exterior del Casino se rodaron algunas escenas de la película Airbag en 1997.

¡No dejéis de visitarlo!

Autor: Jaime

Audio Lope de Vega

... otro audio para explicar el origen del nombre de una de nuestras calles...

Audio: Jaime

Calle Lope de Vega

Los orígenes de esta calle se remontan al año 1864, fecha en que el Ayuntamiento de Santander acordó conceder el nombre de Lope de Vega a la calle que unía las de San Emeterio con la de los Santos Mártires. En esa época el casco urbano de la ciudad concluía en esta vía, existiendo en la zona un amplio playazo y varios talleres donde se reparaban y construían embarcaciones. De estas gradas salió en el año 1851 la goleta ‘La Primera de Santander’, un barco que marcó toda una época dentro de la actividad marinera de la bahía. En 1866, el ayuntamiento decidió ampliar el vial en dirección a la calle del Sol, configurándose así su trazado, que se mantiene en la actualidad con la misma configuración, comenzando en El Paseo de Pereda y terminando en su unión con Francisco Palazuelos y la calle del Sol.
En la siguiente entrada os explicamos a través de un audio la biografía de Lope de Vega...

Autor: Jaime y Jorge

... adivina....

¿Sabes desde donde Álvaro tomó esta foto y qué se ve al fondo?

Autores: El equipo

Audio Hernán Cortés

En este audio conocemos algo más sobre Hernán Cortés de quien toma su nombre la calle de nuestra ciudad...

Calle Hernán Cortés

Esta calle va desde la Plaza del Príncipe hasta la Plaza de Matías Montero, en Puertochico, cortando perpendicularmente a las calles de Marcelino Sanz de Sautuola (Martillo), Lope de Vega y Gándara, además de otras menores. Con un trazado recto y totalmente llano, a lo largo de su recorrido, de una longitud aproximada de 690 metros, vemos dos plazas, la de Pombo, y la del Cuadro, ambas cerradas al tráfico. Sus orígenes se remontan a finales del siglo XVIII y primera mitad del XIX. Hernán Cortes se caracteriza por la existencia de dos zonas claramente diferenciadas: las plazas peatonales del ensanche y la existencia de edificios con carácter residencial, transformados muchos de ellos en oficinas y despachos profesionales. De las dos plazas peatonales, la de Pombo es la mayor de todo el ensanche santanderino, y acogió los barracones provisionales de los comerciantes después del incendio de 1941, habiendo sido también escenario de reuniones políticas y de competiciones deportivas en el pasado.

Autor: Jaime Diego

(Recuerda lo que es el ensanche en el enlace que hemos estudiado en clase)

Calle Burgos

Desde 1949 se denomina calle Burgos, a la calle que se inicia a continuación de las de Jesús de Monasterio y calle Pelayo y se extiende hasta la Plaza de Numancia, tal y como la conocemos en la actualidad. Los orígenes de esta calle se remontan a mediados del siglo XVIII, el nombre de calle Burgos se le otorgó en el año 1845, extendiéndose por entonces desde la casa de Isla (actual Pasaje de Peña) hasta la Plaza de Numancia, según relata Simón Cabarga en su libro ‘Santander en la Historia de sus Calles’. Las denominaciones establecidas para esta vía han ido modificándose con el paso de tiempo y con los cambios experimentados en la sociedad en cada época. En el año 1862 se rebautizó con el nombre de ‘Alameda’, pero esta denominación no tuvo éxito en la costumbre del pueblo y cayó en desuso. Tampoco tuvo éxito el nombre que la revolución del 68 adoptó solemnemente de ‘veinticuatro de septiembre’, desapareciendo el título con la Restauración de 1876.

Autor: Jaime Diego

Calle Rubio

Los orígenes de esta calle datan del año 1865, fecha en la que se plantea la necesidad de abrir una calle que una Cervantes con La Florida, cerca de las denominadas  ‘casas de Campuzano’. Tres años más tarde, el secretario del Gobierno Civil cedió a la ciudad un conjunto de edificios de su propiedad para posibilitar la ampliación de la calle y crear la vía urbana. En su margen derecha, según recoge José Simón Cabarga en su libro Santander en la historia de sus calles, se encontraba la finca de Don Marcelino Menéndez Pelayo  y sobre esta zona verde se construyó la biblioteca del escritor junto con un edificio para la biblioteca municipal y otro para el museo. En la actualidad, la calle Rubio se extiende desde la calle Cervantes hasta la de Isabel La Católica, al norte de Jesús de Monasterio y de forma paralela a ésta, con un trazado corto y prácticamente recto.

Autor: Jaime y Lara 

La Catedral de Santander

En esta estupenda fotografía de Álvaro vemos uno de los edificios más destacados de nuestra ciudad, la Catedral.

La actual Catedral de Santander está formada por dos iglesias superpuestas de estilo gótico. La inferior, la  parroquia del Cristo, se construyó durante el primer tercio del siglo XIII, la superior es posterior y ha sido reconstruida en parte, y ampliada, después del incendio sufrido por la ciudad en 1941. Además tiene un claustro del siglo XIV.

La que al comienzo de la Edad Media fuera Abadía de Sancti Emeritii et Celedonii, y posteriormente iglesia colegial de los Cuerpos Santos, se convirtió en 1754 en Catedral de la nueva diócesis de Santander.

En torno a la vieja abadía se creó a lo largo del periodo medieval un núcleo de población, Sant Ander, que hoy es la actual capital de Cantabria.

Autores: Jorge y Álvaro

Calle de Tetuán

En sus orígenes Tetuán fue un barrio de pescadores, carácter que mantuvo hasta su traslado definitivo al Barrio Pesquero en la década de los años cuarenta del pasado siglo. El título de Tetuán se le concedió para conmemorar la campaña africana del año 1862.  En la actualidad, la calle Tetuán tiene su comienzo en la confluencia de las calles San Emeterio y Sol y termina en Canalejas, muy cerca del Alto de Miranda, después de atravesar el Barrio Camino, denominado así por haberse construido sobre los terrenos que pertenecieron a la familia González Camino. Su trazado se ha mantenido igual que en sus orígenes, pero su fisonomía sí ha sufrido una fuerte transformación con el paso de los años, desapareciendo edificios emblemáticos como la fábrica de betún, que mediante un puente enlazaba sus dos edificios, uno en Canalejas y otro en Tetuán.  La desaparición de la fábrica y con ella del puente, dio paso a la construcción de nuevos edificios así como del moderno Mercado de Puertochico. La construcción de este mercado se realizó en 1983 con el transplante de la antigua almotacenía desde su primitivo emplazamiento en Casimiro Sáinz hasta la entrada de Tetuán, inaugurándose el nuevo edificio en marzo de 1984. También la construcción del nuevo túnel, justo al comienzo de la calle y que enlaza San Emeterio con la Avenida de Los Castros, propició el derribo de algunos edificios y de la pequeña iglesiade San José situada en la zona.

Autor: Jaime y Lara

Calle Guevara

Situada en el centro, Guevara es una calle relativamente larga y que se extiende desde la Plaza de la Leña hasta el Río de la Pila. Llamada en su origen Callejón del Can, la calle Guevara recibe su actual nombre en el año 1900. Poco antes, el municipio había adquirido esos terrenos a la vez que construía el parque de los bomberos y de la limpieza pública, ya desaparecidos hace años de este lugar, y que estaba situado en la confluencia entre esta calle y la del Arrabal.

Desde sus orígenes, esta calle ha tenido varias extensiones hasta configurar su actual trazado. Al construirse la Escuela de Peritos, la calle Guevara se prolonga hasta la de Sevilla y al realizarse la reforma con el Plan General de Reconstrucción, se le dio el nombre de Guevara a toda la línea de casas hasta unirse con Francisco de Quevedo. 
En esta calle hay importantes centros docentes: el Centro Cultural Kostka, el  edificio del Instituto Santa Clara, inaugurado en 1916, y el más reciente edificio del Paraninfo de la Universidad de Cantabria, edificado en el solar de la antigua Escuela de Ingeniería Técnica.

Autora: Lara

El túnel de Tetuán

La víspera de San Juan del año 1892 se inauguró el túnel de Tetuán y un día más tarde entró en funcionamiento el tranvía de vapor, acortando la distancia que separaba el centro de la ciudad con el Sardinero. Tres años antes, Lino Corcho había pedido la concesión de una línea de tren a vapor, cuya pretensión era que discurriera por la vaguada de Tetuán hasta introducirse por un túnel que enlazaría con La Cañía. Arturo u César Pombo, herederos de una gran fortuna y del espíritu emprendedor de su padre, eran los socios de Lino Corcho. Para ellos suponía un gran reto ejecutar esta obra, pues la distancia era la única ventaja que tenían frente a su máximo rival, Gandarillas, que ya en aquel entonces tenía su línea regular con el Sardinero, circulando por los prados de San Martín. Las obras del túnel se iniciaron en octubre de 1890 y en año y medio quedaron totalmente finalizadas. La inauguración fue todo un acontecimiento. Se organizó una gran fiesta. El tren arrancaba en Daoíz y Velarde y después de pasar por Peña Herbosa llegaba a Tetuán, introduciéndose en el túnel hasta desembocar en La Cañía. El tranvía desapareció en 1898 y el túnel quedaría sin uso años más tarde siendo taponadas sus bocas.

Autor: Jaime y Jorge 

Mural Reina Victoria Eugenia

Para que conozcas un poco más a la reina Victoria Eugenia de la que os hemos hablado al crear la entrada sobre la Avenida Reina Victoria.

Autor: Jorge

...acertarás...

Esta fotografía que ha hecho Álvaro  ¿sabes qué lugar de nuestra ciudad es?

recibirás....

Autores: Lara y Álvaro

Calle Perines

La calle Perines se extiende desde la calle San Fernando en dirección norte hasta desembocar en la confluencia entre las calles de San Andrés y Cisneros, próximo a Camilo Alonso Vega, cortando las calles de Floranes y Jiménez Díaz. Su historia se remonta al 24 de julio de 1805, fecha en que aparece citada por primera vez en un acta oficial. En 1863, Manuel Cabrero ofreció al Ayuntamiento la cesión de los terrenos necesarios para la urbanización y ensanche del Paseo del Alta desde Pronillo hacia el Este, así como los terrenos necesarios para hacer un camino del igual anchura que el del Alta, que descendiendo por el Sitio de Perines conectara con la carretera general al Oeste de la Segunda Alameda, según cuenta J. Simón Cabarga en su libro «Santander en la historia de sus calles». De esta manera queda ya descrito el trazado de la actual calle Perines, cuyo nombre oficial se inscribió en los libros municipales en el año 1883 y que por entonces se la ascendía  a la categoría de Avenida. Es curioso destacar, que en el plano de oficial de 1845, redactado por el arquitecto Chávarri, no figura Perines, así como tampoco se le inscribe en el plano de 1864 de Pérez de Rozas, y que solamente se insinuaba como el ‘lugar del lavadero’.

Autora: Lara

Premio para....

Laura acertó nuestra pregunta...... la imagen que mostramos eran las 3 carabelas de Vital Alsar que se encuentran en el recinto del Palacio de la Magdalena.

Calle Alta

La historia de la calle Alta va unida a la historia de la ciudad, remontándose sus orígenes al siglo XVI en que se llamaba a esta calle como "Fuera de la Puerta" y también "Rua Mayor" o "San Pedro". No se denominó calle Alta hasta el año 1845, cuando al dividir la ciudad en distritos el municipio decidió dar este nombre a la vía que se extendía por entonces desde la Puerta de la Muralla hasta el Hospital de San Rafael, fundado en 1791 y que comprendía también la iglesia de Consolación, abierta al culto en 1774, según cuenta J. Simón Cabarga en su libro "Santander en la historia de sus calles". Al siguiente tramo de la calle, entre el Hospital y las denominadas "Casas de Hoz", se le dio en el año 1892 el nombre de "Menéndez de Luarca", en homenaje y memoria del que fuera regente de Cantabria, mientras que el resto de la calle hasta Cuatro Caminos mantuvo el nombre primitivo de Calzadas Altas. La reunificación de todos los nombres en uno sólo no fue posible hasta el año 1950, en que paso a denominarse calle Alta a toda la vía, tal como la conocemos hoy. A lo largo de su recorrido alberga edificios singulares, como el  antiguo Hospital de San Rafael, que acoge hoy la Asamblea Regional de Cantabria. Justo enfrente se encontraban las antiguas instalaciones de Tabacalera, que anteriormente fue el monasterio de franciscanas clarisas de Santa Cruz de Monte Calvario.

Autor: Jaime Diego